En el mundo de la coloración capilar, elegir el oxidante o peróxido adecuado es tan crucial como seleccionar el tinte. Un error en la elección de este producto puede afectar el resultado final, comprometiendo la salud del cabello y la durabilidad del color.
El peróxido de hidrógeno es el responsable de la activación del color en el cabello y su correcta aplicación determina el éxito del proceso de coloración. Además de su función química, el oxidante también influye en la textura del cabello y en su resistencia a futuros tratamientos.
En esta guía, exploraremos en profundidad la función del oxidante, los diferentes volúmenes disponibles y cómo elegir el más adecuado según el tipo de coloración que se desee realizar. Para una información más detallada sobre técnicas avanzadas de coloración, consulta nuestra Guía de la coloración capilar.
El oxidante o peróxido de hidrógeno es un agente químico que activa los pigmentos de los tintes y decolorantes, permitiendo que el color penetre en la cutícula del cabello. Su función principal es abrir la estructura capilar para que los pigmentos puedan depositarse o eliminar los tonos naturales del cabello, dependiendo de la técnica utilizada.
El uso incorrecto del oxidante puede provocar daños severos en el cabello, incluyendo la pérdida de elasticidad, resecamiento extremo y rotura capilar. Por ello, es fundamental conocer las proporciones adecuadas y el tiempo de exposición recomendado para cada tipo de producto.
El oxidante no solo es esencial para la activación del color, sino que también proporciona ventajas como:
Durabilidad del color: Ayuda a fijar los pigmentos, haciendo que la coloración dure más tiempo sin desvanecerse.
Versatilidad: Se adapta a diferentes técnicas de coloración, desde cobertura de canas hasta efectos de iluminación y balayage.
Uniformidad en el tono: Asegura una distribución homogénea del color, evitando manchas o irregularidades.
Potenciador del brillo: Un oxidante bien elegido y aplicado puede mejorar el brillo y la apariencia saludable del cabello.
Los oxidantes se clasifican según su concentración en volúmenes, lo que determina su capacidad de aclarado y su potencia:
Oxidante de 10 volúmenes (3%): Ideal para oscurecer el cabello o realizar baños de color sin aclarar el tono natural.
Oxidante de 20 volúmenes (6%): Se utiliza para cubrir canas y aclarar uno o dos tonos, proporcionando un resultado natural.
Oxidante de 30 volúmenes (9%): Permite aclarar hasta tres tonos y es ideal para colores más vibrantes y llamativos.
Oxidante de 40 volúmenes (12%): Se emplea en decoloraciones intensas y tintes superaclarantes, pero puede dañar la fibra capilar si no se usa correctamente.
Además de estos volúmenes estándares, algunas marcas han desarrollado oxidantes con tecnologías avanzadas que protegen el cabello, reducen el daño y aportan mayor hidratación durante el proceso de coloración.
Existen diversas marcas reconocidas en el sector de la coloración capilar que ofrecen oxidantes de alta calidad. Algunas de las más destacadas son:
L'Oréal Professionnel: Con su línea Oxydant Creme, garantiza resultados profesionales con fórmulas suaves para el cabello.
Wella Professionals: Su gama Welloxon Perfect es conocida por su consistencia cremosa y su fácil aplicación.
Schwarzkopf Professional: Destaca con su oxidante IGORA Royal, ideal para mezclas homogéneas y resultados precisos.
Alfaparf Milano: Con su Oxid'o, aporta estabilidad a la coloración y protege la estructura capilar.
Revlon Professional: Su línea Peroxide Cream Developer ofrece diversas concentraciones para resultados personalizados.
Matrix: Con su Cream Developer, asegura una aplicación uniforme y efectiva en diversos procesos de coloración.
Fanola: Con su Peroxide, proporciona un sistema de coloración avanzado con protección extra para el cabello.
Keune: Sus oxidantes aportan brillo y protección contra el resecamiento, asegurando resultados duraderos.
Cobertura de canas: Se recomienda un oxidante de 20 volúmenes para una cobertura uniforme y natural.
Iluminaciones y balayage: Para lograr reflejos suaves, se puede utilizar un oxidante de 20 a 30 volúmenes.
Decoloraciones: Dependiendo del nivel de aclarado deseado, se usan oxidantes de 30 o 40 volúmenes.
Tintes fantasía: En caso de aplicar tonos vibrantes sobre una base clara, es necesario decolorar previamente con 30 o 40 volúmenes.
Tonos pasteles: Requieren una base muy clara, por lo que la decoloración con peróxidos de alta concentración es indispensable.
Cabellos finos y frágiles: Es recomendable usar oxidantes de bajo volumen (10 o 20 volúmenes) para minimizar el daño.
Cabellos gruesos y resistentes: Se puede optar por oxidantes de 30 o 40 volúmenes si se requiere un aclarado más intenso.
Cabellos previamente tratados: En cabellos con procesos químicos previos, es mejor optar por volúmenes bajos y realizar pruebas de sensibilidad antes de la aplicación.
Cabellos muy oscuros: Para lograr aclaraciones importantes, se recomienda la combinación de peróxidos fuertes con decolorantes de calidad.
Usar un oxidante de volumen incorrecto: Un volumen demasiado bajo puede no aclarar lo suficiente, mientras que uno demasiado alto puede generar sobreprocesamiento y quiebre.
No realizar pruebas previas: Cada cabello reacciona de manera diferente. Es esencial hacer pruebas en mechones para predecir el resultado final.
Aplicar peróxido en exceso: La cantidad de oxidante debe estar en la proporción indicada por el fabricante para evitar alteraciones en el resultado.
No considerar la salud capilar: Aplicar un oxidante demasiado fuerte en cabello debilitado puede causar rotura y daños severos.
Elegir correctamente el oxidante es fundamental para obtener un color uniforme, duradero y sin comprometer la salud del cabello. Conocer las características de cada tipo de peróxido y aplicarlo según el tipo de técnica y cabello garantizará un resultado profesional. Si quieres perfeccionar tus conocimientos en coloración, visita nuestra Guía de la coloración capilar para profundizar en las mejores técnicas y consejos.